Todavía existe en nuestro país la costumbre de vender o alquilar inmuebles mal presentados, con muebles viejos y textiles descoloridos, con las camas sin vestir, con trastos por todas partes, las fotos de sus antiguos propietarios expuestas…
Las fotografías que normalmente se suben a los portales inmobiliarios suelen ser oscuras y en muchas ocasiones apenas dejan ver los espacios de la vivienda, que además se ponen a la venta a un precio elevado y esperando ser vendidas rápido, y lo que sucede es que pasan los días, semanas, meses y en algunos casos incluso años y estas casas no se venden.
Lo has probado todo, la has puesto a la venta en 3 o 4 inmobiliarias distintas, le has bajado el precio varias veces y nada.
¿Qué es lo que pasa?
¿Por qué mi casa no se vende?
Ahora yo te pregunto:
¿Te gustaría comprar una vivienda abarrotada de cosas de otra persona? Una vivienda con desperfectos, con las paredes que piden a gritos una mano de pintura, cargada de muebles antiguos que ya no sirven, con olor a cerrado o cañerías…
De esta forma es como se siguen presentando la mayoría de viviendas en los portales inmobiliarios, y esto no ayuda para nada a la hora de su venta o alquiler.
El 90% de las búsquedas de vivienda comienza en la red. Si tu casa se presenta de esta forma tan descuidada, lo primero que va a generar en la persona que la ve es rechazo, no le gusta.
¿A quién le gustaría hipotecar 20 o 25 años de su vida para comprarse una vivienda de estas caracterísitcas?
Además, pensará en todo lo que tendrá que gastarse a mayores en repararla, y en qué va a hacer con todos los muebles que no le gustan y todas las cosas que llenan la casa.
Pueden pasar dos cosas, la primera y la más común es que no tarden ni un minuto en pasar a la siguiente casa en venta y se olviden de la tuya porque no les ha despertado ningún sentimiento positivo, no se pueden ver viviendo en esa casa, no les ha generado ningún deseo de querer ver y saber más sobre esa vivienda, al contrario, les habrá generado rechazo inmediato.
La segunda cosa que puede suceder es que les encaje la situación donde se encuentra y que además ya se le haya rebajado el precio varias veces encontrándose por debajo del precio de mercado y decidan visitarla. Una vez allí comenzarán a relatarte todo el trabajo que tendrán que hacer para poder entrar a vivir, que seguramente no sea tanto pero es la imagen y la sensación que nos ofrece esa casa mal presentada, y por consiguiente se sentirán con todo el derecho de pedir otra rebaja más, y tú no tendrás argumentos para rebatir absolutamente nada porque sabes que es cierto todo lo que dicen, tendrán que arreglar los desperfectos, retirar los muebles, pintar de nuevo… y cansad@ de los continuos gastos que te genera esa vivienda año tras año, acabarás vendiendo, a un precio muy por debajo del que se merece.
Es absolutamente imprescindible ofrecer una buena imagen de la vivienda en venta o alquiler; limpia, recogida, ordenada, neutra.
¡Ofrécele al posible comprador o inquilino un estilo de vida perfecto!
La primera imagen que percibas de la vivienda, al igual que pasa con las personas es determinante a la hora de tomar decisiones.
Si lo que ves por primera vez al entrar en la vivienda causa una mala impresión, ya no hay vuelta atrás.
Si lo que ves al entrar en la vivienda nos transmite descuido, si percibimos mal olor, si vemos muebles viejos y anticuados… esa sería la imagen que nos llevaríamos de la casa, por eso es tan importante cuidar hasta el más mínimo detalle.
Decía Oscar Wilde que «Nunca hay una segunda oportunidad para causar una primera buena impresión»
Los recibidores o hall de entrada de las viviendas son la primera estancia que vemos cuando cruzamos la puerta para ver la que en teoría sería nuestro hogar, el lugar donde probablemente viviríamos toda nuestra vida. ¿Qué imagen deberíamos ofrecer de ellos? Un lugar desastroso, oscuro, con olor a cerrado, con ropa colgada de los percheros, el paragüero repleto, zapatos apilados… o un lugar limpio, fresco, luminoso, con un olor suave, agradable, sin trastos por el medio, dejando ver todo su espacio, que nos invita a pasar y seguir viendo y disfrutando de cada estancia de la vivienda. Esta es la diferencia. En los primeros 90 segundos se toma la decisión de compra o no de una vivienda, porque primero actúan las emociones, y dependerá de si son positivas o negativas en la decisión final, por eso es tan importante causar una primera buena impresión.
Para ponerte un ejemplo, te hablaré de una de las casas en las que he trabajado el Home Staging.
Su Hall de entrada era muy amplio, tenía muchísima luz natural, la distribución perfecta, todas las bazas para causar una imagen y unas sensaciones positivas, pero no era así, sino todo lo contrario.
A pesar de su amplitud, su luminosidad, y su buena distribución, fallaba algo, la forma en que se presentaba, una alfombra enorme que se comía espacio, muy desgastada y en un tono rojizo que no despertaba para nada sensaciones positivas. Un baúl viejo y oscuro y una columna de escayola a juego con la alfombra que no decía nada en una esquina de la estancia. Se presentaba oscuro y las fotografías no transmitían absolutamente nada.
Había que trabajar para potenciar su luz y amplitud.
Retirar los muebles y objetos que no nos ayudarían a la hora de su venta
Dotarlos de nuevos materiales decorativos y fotografiarlo de forma correcta para atraer el mayor número de personas interesadas y despertar en ellas el anhelo de quedarse a vivir en esa vivienda con tan solo ver su entrada.
De esta forma nos pusimos manos a la obra, y con unos sencillos cambios y después de haberlo fotografiado adecuadamente, estaba listo para ser presentado de forma correcta en los portales inmobiliarios.
Abajo te dejo el enlace para que puedas ver todo el proceso de cambio y las fotos del antes y después de haberlo trabajado.
Si te surgen dudas de como podrías presentar tu vivienda para conseguir vender o alquilarla, en poco tiempo y a un buen precio, no dudes en preguntarme, estaré encantada de poder ayudarte.